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#Doctrina ¿Sobreendeudamiento o pobreza estructural?

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Autor: Shina, Fernando E.

Fecha: 07-09-2023

Colección: Doctrina

Cita: MJ-DOC-17387-AR||MJD17387

Voces: ECONOMÍA – PSICOLOGÍA – DERECHO

Sumario:
I. Presentación. II. Algunas estadísticas sobre el SE y pobreza estructural en Argentina. III. Definición y características del SE. IV. El sobreendeudamiento como comportamiento irracional. V. La reciprocidad causal: ¿sobreendeudamiento o pobreza estructural? VI. Simplificar las causas de los problemas siempre los agrava. VII. La inoperancia de las leyes y los decretos antipobreza. VIII. La visión de túnel en la psicología del comportamiento. IX. El túnel del sobreendeudamiento. X. ¡Es la pobreza, estúpido! XI. Argentina y la pobreza estructural. XII. Conclusiones.

Doctrina:
Por Fernando E. Shina (*)

I. PRESENTACIÓN

La mayoría de los bienes y servicios que ingresan al mercado pueden adquirirse utilizando alguna forma de crédito personal para bienes de consumo. La oferta crediticia es variada y, en general, las tarjetas de crédito bancarizadas ofrecen opciones que van desde las 3 o 6 cuotas sin interés o el sistema de cuotas fijas.

La costumbre de comprar en cuotas está tan arraigada que sin la posibilidad crediticia que ofrecen las tarjetas el consumo se desplomaría a niveles difíciles de imaginar. Esta situación habla de una cuestión insoslayable: el consumo de bienes y servicios y los créditos personales son inseparables.

No obstante lo dicho, no debe pensarse que el simple hecho de endeudarse, una o más veces, para comprar un bien de consumo (heladeras, teléfonos, automóviles, ropa, etc.) genera automáticamente, un estado de sobreendeudamiento.

II. ALGUNAS ESTADÍSTICAS SOBRE EL SE Y POBREZA ESTRUCTURAL EN ARGENTINA

En la página oficial del Ministerio de Economía de la Nación se da información precisa acerca del sobreendeudamiento. Según este portal, el sobreendeudamiento un estado financiero que acontece cuando una persona no tiene o no puede generar suficientes ingresos para cumplir con el pago de las deudas contraídas.

La situación de ingresos insuficientes corresponde a dos motivos concretos y sencillos de comprender:

a) las deudas tomadas superan los ingresos regulares del tomador del crédito;

b) la pérdida repentina de trabajo, u otros acontecimientos que determinen la abrupta caída de los ingresos habituales.

c) cuando el nivel de endeudamiento supera el 40% de los ingresos mensuales (1).

En Argentina hay escasa o insuficiente información estadística sobre la situación financiera de los hogares; sin embargo, la poca que hay es suficiente para que se enciendan todas las alarmas: aproximadamente el 80% de las familias argentinas padecen alguna forma de sobreendeudamiento que dificulta o hace imposible que puedan pagar las deudas que sobre ellos pesan» (2).

Los estudios sobre endeudamiento de los hogares argentinos reflejan una realidad penosa.Según relevamientos actualizados al mes de junio de 2023, el 80% de las deudas que gravan los presupuestos familiares, no son de origen bancario, sino a que «muchas familias se financian por fuera del sistema bancario. De acuerdo con el estudio, optan por no abonar algunos gastos corrientes, tales como impuestos, servicios y cuotas. A la vez, recurren a prestamistas o a ‘fiar’ sus consumos» (3).

Este dato sirve para enmarcar mejor la cuestión que estamos analizando. Las familias se endeudan para pagar gastos corrientes como los servicios televisión por cable, telefonía, internet y alimentos. El informe consultado es crudo al respecto: «Los hogares argentinos están teniendo una pérdida de poder adquisitivo muy importante de su ingreso. A su vez, en muchos casos han tenido que recurrir a tocar sus ahorros para pagar sus gastos corrientes. Sin embargo, no pueden equilibrar sus cuentas y siguen tomando deuda» (4).

El peso enorme que las deudas no bancarias tiene sobre los hogares argentinos da cuenta de una realidad insoslayable: la pobreza estructural de nuestro país. Por ese motivo, y por la gravedad del tema, pensamos que es necesario determinar si el sobreendeudamiento argentino, que también es un fenómeno global, es causado por la irresponsabilidad de los consumidores argentinos, por la avaricia de los financistas nacionales, o por la impericia demostrada por los sucesivos gobiernos para frenar la brutal pobreza que nos humilla como nación.

Encontrar la causa adecuada que explique el problema es el primer paso que debemos dar para lograr un diagnóstico preciso y alejado de ideologías. Si no logramos realizar ese examen crudo y despojado de pasiones, será inevitable caer en la tentación de crear leyes inútiles para solucionar el problema.

III. DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS DEL SE

El sobreendeudamiento es una situación en la que una persona, empresa o país acumula una cantidad excesiva de deudas y tiene dificultades para cumplir con los pagos de sus obligaciones financieras.En SE es, entonces, un estado financiero que ocurre cuando los gastos adeudados exceden la capacidad de pago del deudor.

En líneas generales, hay consenso acerca de las situaciones que provocan el estado de sobreendeudamiento:

(i) Gastos excesivos. Cuando una persona o entidad gasta más de lo que ingresa y se financia principalmente a través de préstamos o tarjetas de crédito, puede acumular deudas rápidamente.

(ii) Reducción de ingresos. Si los ingresos disminuyen, debido a la pérdida de empleo, o a la reducción de los salarios familiares u otros problemas económicos, puede resultar difícil hacer frente a los pagos de deudas existentes. Esa dificultad, si no es reparada en forma relativamente rápida, puede terminar en una situación de sobreendeudamiento.

(iii) Tasas de interés excesivas. Las tasas de interés altas en los préstamos pueden aumentar significativamente los pagos mensuales y hacer que sea más difícil pagar las deudas.

(iv) Uso excesivo de tarjetas de crédito. Si una persona utiliza en exceso las tarjetas de crédito y solo realiza pagos mínimos, la deuda puede acumularse rápidamente debido a los altos intereses y cargos asociados.

(v) Falta de planificación financiera. La falta de un presupuesto adecuado es la causa más habitual de los desequilibrios entre los ingresos y los gastos.

IV. EL SOBREENDEUDAMIENTO COMO COMPORTAMIENTO IRRACIONAL

Lorenzetti, entre otros autores nacionales, describe una suerte de emboscada o ardid entre la oferta de crédito y el sobreendeudamiento pandémico de la población: «El deudor del sistema financiero padece de una omisión informativa relevante en cuanto no se le da noticia acabada de cuál es en realidad su nivel de endeudamiento, sino que se lo induce a asumir deudas, mediante una sofisticada maquinaria de publicidad inductiva. Este elemento es decisivo a la hora de juzgar las decisiones que ha tomado en el acto de endeudarse, siempre que no sea una profesional con capacidad para asesorarse.Por esta razón, la temática del sobreendeudamiento del consumidor ha tenido mucho desarrollo en el Derecho Comparado», señala el citado autor (5).

La reflexión de Lorenzetti, aun siendo cierta, contiene, a nuestro de modo de ver, uno de los principales problemas que demoran la comprensión del problema. El jurista, como la mayoría de los especialistas en relaciones de consumo, parte de la idea que la omisión o imperfección informativa es la causa determinante del SE de una persona. Nosotros pensamos que esa concepción es errónea por dos motivos. En primer lugar, la información perfecta es un ideal imposible de conseguir. Incluso mejorar la información imperfecta que recibimos es una meta muy difícil de conseguir. En segundo término, hay otra cuestión que nos parece más importante aún: no está comprobado que una mayor información sea suficiente para atenuar el problema del SE.

La gente (todos nosotros) se endeuda exageradamente aun contando con toda la información necesaria; nos endeudamos por motivaciones irracionales, propias del comportamiento humano y que no están asociadas al proceso racional de recibir y procesar información.

Como bien dice Tetaz, «Los modelos que se estudian en las facultades de Economía suponen que los seres humanos son máquinas absolutamente racionales. Esos modelos suponen «que los individuos presentan fallas o sesgos en sus conductas por el mero hecho de enfrentar situaciones en las cuales su acceso a la información es deficiente» (6). Lo que Tetaz quiere decir es que no solamente cometemos errores y tomamos decisiones desacertadas por carecer de información.

Coincidimos con este autor. Es una simplificación indebida, en la que incurre la mayoría de la doctrina, pensar que la información deficiente es lo que nos impulsa a endeudarnos en forma imprudente.

Este pensamiento, que para nosotros es excesivamente facilista, asume como única verdad que nos sobreendeudamos porque un proveedor nos esconde la información que debe ofrecernos.El facilismo consiste cometemos errores porque nos deben información y que, por lo tanto, alcanza con aumentar la obligación informativa de los proveedores para solucionar el problema de los consumidores. El resultado de esta simplificación, con ribetes de infantilismo, es el rotundo fracaso. Las personas toman decisiones erróneas, sobre todo en materia económica, por más que reciban información suficiente o, incluso, la reciban en forma deliberadamente abundante. La mayoría de las malas decisiones son tomadas por gente informada y culta que, sencillamente, cayó en la tentación del consumo o en la trampa de un optimismo ingenuo que la llevó a pensar que podría pagar lo que su prestamista sabía que no podría pagar.

Hace más de 50 años que el científico y premio nobel de Economía Daniel Kahneman demostró, junto con su entrañable amigo Amos Tversky, que la gente racional también comete y repite sistemáticamente errores de sesgo cognitivo. Estos notables investigadores descubrieron que la causa de estos errores repetidos sostenidamente no está en la falta información, el engaño o la ignorancia, sino en los procesos cognitivos que usamos para tomar decisiones de consumo: «Los científicos sociales de la década de 1970 aceptaban generalmente dos ideas acerca de la naturaleza humana. La primera era que la gente es generalmente racional, y su pensamiento normalmente sano. Y la segunda, que emociones como el miedo y el odio explican la mayoría de las situaciones en las que la gente se aleja de la racionalidad. Nuestro artículo desafiaba a estas dos suposiciones sin discutirlas directamente. Documentamos de manera sistemática errores en el pensamiento de la gente normal y buscamos el origen de dichos errores en el diseño de la maquinaria de la cognición más que en la alteración del pensamiento por la emoción», afirmaban los citados investigadores (7) .

En pocas palabras: no hace falta que exista un vicio o una alteración en la voluntad del sujeto para que éste cometa y repita los mismos errores.De esta forma, contundente y disruptiva, Kahneman y Tversky explicaban, hace más de medio siglo, que las decisiones que tomamos están estrechamente vinculadas con un mundo inconsciente cuya comprensión requiere un acercamiento a la psicología cognitiva.

Naturalmente, no estamos postulando que la ley no deba exigir que los proveedores brinden información veraz a los consumidores. Nos limitamos a decir, con fundamento en la psicología del conocimiento, que incrementar la mayor información no soluciona un problema que nos de tipo racional, sino que se relaciona con la psicología del comportamiento humano.

V. LA RECIPROCIDAD CAUSAL: ¿SOBREENDEUDAMIENTO O POBREZA ESTRUCTURAL?

(i) Presentación. Determinar primero y luego diferenciar las causas de sus efectos es uno de los problemas más arduos de la filosofía y de la ciencia. Las ciencias sociales no son ajenas a este arduo problema.

La mayor dificultad que tienen las cuestiones causales es que prácticamente todos los sucesos responden a varias causas simultáneas, siendo muy difícil determinar cuál, entre ellas, es la más determinante o más adecuada, para explicar un hecho determinado. No son pocas las veces que es imposible llegar a un criterio unánime para explicar la motivación causal de un suceso.

(ii) La reciprocidad causal. La causalidad recíproca es un fenómeno que ocurre cuando no es posible diferenciar entre una causa y un efecto. Las llamadas causas recíprocas constituyen un escollo para el derecho porque, muchas veces, no se puede establecer cuál es la causa adecuada de un hecho determinado. En estos casos, el suceso que se analiza parece formar parte de la causa que lo ocasiona

¿No será al revés?, solemos preguntarnos cuando la comprensión de un problema nos suscita dudas. Esa clase de incertidumbre se nos presenta al pensar en el binomio, de aparente causalidad recíproca, que forman la pobreza y el sobreendeudamiento.

(iii) ¿Muchas deudas o poca plata?No es desatinado suponer que tomar un crédito imprudente es la causa que llevó a un sujeto a la pobreza, pero tampoco debe descartarse que haya sido la condición previa de pobreza la que impulsó la imprudencia de tomar de un crédito que, de antemano, se sabía impagable.

Sin embargo, pese a las dificultades señaladas, es muy importante determinar las causas precisas de un fenómeno porque si se equivoca el diagnóstico, lo más probable es que tomen decisiones erradas para solucionar el problema detectado.

Si consideramos cierto que el sobreendeudamiento (consecuencia) es causa de la pobreza, seguramente se tomarán medidas para intervenir y restringir el acceso al crédito sin advertir que la pobreza (que siempre causa sobreendeudamiento) no se alivia controlando los préstamos bancarios sino tomando medidas útiles para sacar al individuo de la indigencia.

VI. SIMPLIFICAR LAS CAUSAS DE LOS PROBLEMAS SIEMPRE LOS AGRAVA

La mayoría de los análisis doctrinarios que hemos examinado resultan incompletos. Ellos se limitan a analizar la mayor vulnerabilidad estructural del sujeto que se endeuda, pero sin examinar el comportamiento particular del individuo, ni los patrones de conducta (optimismo irracional) que desarrollan prácticamente todas las personas que asumen deudas exageradas.

La simplificación implícita en la descripción de un sujeto hipervulnerable frente al aprovechamiento de un sistema capitalista hiper-perverso omite considerar que el sobreendeudamiento concluye en la insolvencia deudor y el incumplimiento de las obligaciones por él asumidas.

Esta situación, lejos de beneficiar al sistema capitalista, lo lastima en su base de flotación. Por más que se insista en sostener ideas absurdas, nunca es un buen negocio prestarle dinero a quien se sabe que no podrá devolverlo. Los sistemas financieros se robustecen cuando los sujetos que reciben préstamos pueden cancelarlos, y sobre todo refinanciarlos, según el cronograma contractual establecido.

Definitivamente: la pobreza no es un buen negocio para el capitalismo. Es casi absurdo pensar que la pobreza del deudor resulta atractiva para un acreedor codicioso

VII.LA INOPERANCIA DE LAS LEYES Y LOS DECRETOS ANTIPOBREZA

El tema del sobreendeudamiento requiere, a nuestro modo de ver, un abordaje más completo e integral que incluya un análisis de la psicología del comportamiento, las neurociencias, la sociología y la educación.

La existencia de un estado de pobreza estructural, que es el que desgraciadamente afecta a nuestro país, esteriliza el concepto de sobreendeudamiento. La existencia de un estado de pobreza estructural es incompatible con el sobreendeudamiento. Dicho de otro modo: el individuo que sufre de pobreza está sobreendeudado antes de contraer la deuda. Cualquiera sea el monto y la condición del empréstito será imposible que pueda devolverlo. Esto significa, ni más ni menos, que la deuda no es la causa de su empobrecimiento porque ya tenía esa condición antes de endeudarse.

Desafortunadamente, no existe la Constitución, o la Convención internacional, o la ley que pueda, por sí misma, para superar la pobreza estructural de un país y gran parte de su población.

Las nociones de pobreza estructural y sobreendeudamiento resultan ser parcialmente incompatibles porque cualquier crédito es excesivo para quien no tiene dinero para afrontar los gastos más elementales de su vida y la de su grupo familiar.

No ignoramos que es más fácil imputar la pobreza al sobreendeudamiento que rescatar a una persona hundida en la indigencia, pero también sabemos que pocas cosas nublan más el camino de la verdad que el deseo de que las cosas ocurran como quisiéramos que ocurran. Se trata de establecer causas, no de justificar conciencias.

Los consumidores argentinos no necesitan leyes que los protejan de un imaginario sobreendeudamiento, sino de gobiernos que concreten políticas eficientes para rescatar a la mitad de los argentinos que viven en la pobreza.

VIII. LA VISIÓN DE TÚNEL EN LA PSICOLOGÍA DEL COMPORTAMIENTO

Imagine el lector que se encuentra viajando en un túnel estrecho y oscuro, sin otro equipaje que una linterna atada a un casco amarrillo similar al que usan los mineros en sus expediciones.En el túnel no hay más espacio que el necesario para caminar, y hacia adelante solo se ve lo que la pequeña linterna alumbra. En ese escenario, lo único que puede hacer nuestro explorador imaginario es caminar siguiendo la huella abstracta que deja la tenue luz de su linterna. Todo su porvenir está hacia adelante. Su único porvenir es hacia adelante.

La metáfora del túnel es utilizada, sobre todo en la psicología del comportamiento, para describir un fenómeno cognitivo que nos ocurre con bastante frecuencia. Solemos viajar en un túnel cuando nos vemos atrapados en situaciones tan angustiantes que nos impiden ver otra cosa que no sea la débil luz que nos conduce hacia la salida.

La urgencia por salir nos produce una focalización excesiva que nos impide ver los aspectos periféricos de las situaciones problemáticas. Todo nuestro pensamiento está capturado por una sola cuestión: salir de ese corredor angosto y amenazante.

Este fenómeno cognitivo tiene aspectos positivos. Entre otras cosas, evita que en el medio de situaciones urgentes perdamos tiempo pensando en cuestiones adyacentes. Esa virtud, sin embargo, es al mismo tiempo la mayor dificultad de los viajes en túnel: la estrechez de la cueva nos hace perder la visión periférica del problema. En el corredor angosto y oscuro nuestras decisiones se empobrecen y muchas veces, hundidos en la desesperación, tomamos decisiones desacertadas.

Sendhil Mullainathan (8) y Eldar Shafir (9) son dos notables investigadores de las universidades de Harvard y Princeton respectivamente. En su libro más difundido (Escasez) explican cómo la visión de túnel influye en las decisiones de endeudamiento. En sentido coincidente al descripto, definen a la visión de túnel como un estrechamiento del campo visual «por el cual los objetos dentro de esa imagen se enfocan con más claridad mientras estamos ciegos a todo lo periférico» (10).

Mullainathan y Shafir describen la visión de túnel como una forma de ceguera muy negativa a la hora de tomar decisiones: «Concentrarse el positivo:la escasez nos enfoca en lo que parece, en ese momento, lo más importante. La visión de túnel no es positiva: la escasez general visión de túnel y descuida otras cosas, tal vez las más importantes», concluyen los autores (11).

El problema más grave que presenta la visión de túnel es su naturaleza inconsciente. No decidimos estratégicamente entrar en un túnel; la abrupta aparición de una idea amenazante nos arroja a su estrechez impulsivamente. Como dicen los autores citados: «La escasez captura nuestra mente de manera automática, y cuando lo hace se adopta la visión de túnel» (12).

IX. EL TÚNEL DEL SOBREENDEUDAMIENTO

Según estudios estadísticos, existen en Estados Unidos existen miles de empresas dedicadas a los préstamos personales; en su mayoría operan contra el recibo de un salario, y se los llama ‘créditos a la nómina’.

En la mayoría de los casos, esos créditos no son cancelados por los trabajadores, sino que son renovados generando nuevas comisiones y gastos que asume el deudor, agravando su deuda y sin solucionar su problema definitivamente. Bajo el frenético ritmo de renovaciones financieras, se estima que cerca del 98% de los préstamos otorgados son para deudores que renuevan el empréstito. Las nuevas comisiones representan una suma aproximada de 3.500 millones dólares por año en gastos y comisiones (13).

Salvo contadas excepciones, cada vez que recurrimos a un préstamo personal ‘a sola firma’, lo hacemos mientras viajamos en el túnel de la escasez y la urgencia, sin llegar a comprender que la «escasez del día de hoy crea más escasez en el futuro» (14). Pero justamente ese es el prob lema: dentro del túnel el futuro se desvaneces, solo vemos la distancia corta que alumbra la linterna.

Como tan acertadamente señalan Mullainathan y Shafir, «la visión de túnel se concentra en la escasez inmediata:saber que usted tendrá hambre el próximo mes no captura su atención de la misma manera en la que la captura tener hambre hoy. La cuenta que está por vencer ahora genera advertencias intimidatorias; la cuenta que vencerá dentro de dos meses está aún por verse. El presente lo presiona automáticamente. No sucede así con el futuro» (15).

Esta descripción, no pretende demonizar los préstamos; muchas veces, realizar un pago mínimo de la tarjeta de crédito para priorizar otro pago más importante o quizás imprevisto es lo más sensato. Tomar créditos equilibrados es natural, aconsejable y hasta conveniente

El problema del sobreendeudamiento ocurre cuando se toman créditos para mejorar el presente sin considerar que se empeora el futuro. En la solución del corto plazo está la condena del futuro inmediato. «Por esta razón los préstamos parecen tan atractivos: se recurre a ellos cuando hay visión de túnel por intentar resolver un problema inmediato, y su mejor característica es que en efecto lo resuelve rápida y eficazmente. Su peor característica no se percibe: que el problema volverá en el futuro y quizás sea más grave.

X. ¡ES LA POBREZA, ESTÚPIDO!

Corría el año 1992 y la campaña electoral del entonces presidente de los Estados Unidos, George W. Bush parecía un paseo. por el parque. Su oponente, el demócrata Bill Clinton, veía muy de lejos el festejo anticipado de los republicanos. Las crónicas de la época, quizás un poco exageradamente, anotaban una intención de voto republicano cercana al 90%.

La campaña de Bush reposaba, confortablemente, sobre sus éxitos en política exterior. Por entonces, la agenda internacional estaba en el tope del interés social. Al menos, eso era lo que percibían los analistas y encuestadores que nunca faltan cuando se disputa poder y dinero.En el medio de ese clima electoral, el analista político y enrarecido, James Carville, estratega de la campaña de Bill Clinton, James Carville, arrojó al aire una frase de cuatro palabras que no tardarían en convertirse en un eslogan universal y en una cita obligada en todas las universidades de Ciencia Política del mundo: «Es la economía, estúpido, dijo».

La frase significa que, en última instancia, la economía es uno de los factores más importantes que influyen en la política y en las decisiones electorales. Carville usó esta frase para recordar. Así, el astuto asesor presidencial le recordó a la sociedad y a los medios de comunicación que, independientemente de los otros problemas o temas que se estuvieran debatiendo, la economía era el tema central y debía ser una la preocupación prioritaria.

Poco antes de las elecciones de 1992, Bush era considerado imbatible por la mayoría de los analistas políticos, fundamentalmente debido a sus éxitos en política exterior, como el fin de la Guerra Fría y la Guerra del Golfo Pérsico. Su popularidad entonces había llegado al 90 % de aceptación, un récord histórico. En esas circunstancias, James Carville, estratega de la campaña electoral de Bill Clinton, señaló que este debía enfocarse sobre cuestiones más relacionadas con la vida cotidiana de los ciudadanos y sus necesidades más inmediatas (16).

En este caso, nosotros no usamos el eslogan de Carville para agraviar, sino para remarcar que el problema más apremiante que sufre la Argentina es la pobreza y no el sobreendeudamiento de su población.

XI. ARGENTINA Y LA POBREZA ESTRUCTURAL

Desafortunadamente, la mayoría de las reflexiones que hemos anotado para examinar el problema del sobreendeudamiento, no son aplicables a las miles de personas que se endeudan para pagar los alimentos que sus familiar consumen durante el mes.Argentina, es un país pobre antes que una nación con hogares sobreendeudados.

El sobreendeudamiento no se origina en un problema financiero, o en un defecto del sistema capitalista, o en la avidez de los empresarios, o en la mala estimación presupuestaria que hacen los individuos. La pobreza y el sobreendeudamiento van por carriles separados por más que se intente denostar a empresas codiciosas o estigmatizar a consumidores imprudentes. Todos los argentinos somos víctimas de la pobreza estructural que arruina al sector productivo y a los consumidores.

Es por eso que, una vez más, nos apartamos de la opinión mayoritaria y preferimos no confundir las situaciones de sobreendeudamiento con la pobreza estructural que humilla a nuestro país. En ese sentido, compartimos las reflexiones de Mullainathan y Shafir cuando postulan que, «Estos estudios apoyan nuestra hipótesis más general sobre el mundo: la razón por la cual los pobres piden prestado es la propia pobreza. No es necesario recurrir a la miopía ni a la ineptitud financiera para explicar esto. Sin dudas, es posible que los prestamistas depredadores faciliten este tipo de préstamos, pero no son ellos quienes los originan» (17).

XII. CONCLUSIONES

(a) Sostenemos que la pobreza estructural es la causa del sobreendeudamiento y rechazamos la idea inversa que parece prevalecer en nuestra doctrina.

(b) Por tanto, entendemos que la solución no crear nuevas leyes especiales o modificar las vigentes, sino implementar políticas gubernamentales que mejoren la situación de pobreza que afecta, aproximadamente, a la mitad de nuestra población.

(c) Los informes estadísticos indican que Argentina tiene niveles de pobreza e indigencia que son compatibles con la pobreza estructural (18).

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(1) Ver https://www.argentina.gob.ar/inclusion-financiera/personas/deudas/sobreendeudamiento#:~:text=El%20sobreendeud
miento%20es%20el%20estado,tanto%2C%20no%20las%20pueden%20costear, fecha de captura: 12/01/2021.

(2) https://consejo.jusbaires.gob.ar/otra-deuda-consumidores, fecha de captura: 12/01/2021.

(3) https://www.cronista.com/finanzas-mercados/8-de-cada-10-hogares-se-financia-por-fuera-del-sistema-bancario/, fecha de captura:7/08/2023.

(4) https://www.cronista.com/finanzas-mercados/8-de-cada-10-hogares-se-financia-por-fuera-del-sistema-bancario/, fecha de captura: 7/08/2023.

(5) Lorenzetti, R., Consumidores, p. 75.

(6) Tetaz, Martín, Psychonomics, La Economía está en tu mente, Buenos Aries, Ediciones B, 2014, p. 25.

(7) Kahneman, Daniel, Pensar rápido, p. 20.

(8) Sendhil Mullainathan, 1973, (Tamil Nadu, India), es profesor de economía de la Universidad de Harvard y beneficiario de la Beca Genius de la Fundación MacArthur. Sendhil Mullainathan ha estudiado economía del comportamiento durante las últimas tres décadas, trabajando en la intersección de la psicología, la economía y las políticas públicas. Su trabajo tiene como objetivo encontrar formas para que los gobiernos, las instituciones y las personas conviertan la investigación en acción y tomen mejores decisiones durante las crisis sociales/ públicas, (https://thetowerofscience.com/autores/biografia-sendhil-mullainathan/, fecha de captura: 6/08/2023).

(9) Eldar Shafir, 1959, Israel, es un científico que se centra en el estudio del comportamiento humano cuya investigación analiza cómo el contexto influye en nuestro razonamiento y juicios en una variedad de formas. La investigación de Shafir se ha concentrado en la toma de decisiones en tiempos de escasez, conflicto e incertidumbre. Eldar Shafir es profesor de Psicología y Asuntos Públicos en la Universidad de Princeton, (https://thetowerofscience.com/autores/biografia-eldar-shafir/, fecha de captura 6/08/2023).

(10) Mullainathan, Sendhil – Shafir, Eldar, Escasez, Roberto R. Reyes -Mazzoni (Trad.), Fondo de Cultura Económica, México, 2016, p. 46.

(11) Mullainathan – Shafir, Escasez, p. 47.

(12) Mullainathan – Shafir, Escasez, p. 53.

(13) Mullainathan – Shafir, Escasez, p. 141.

(14) Mullainathan – Shafir, Escasez, p. 143.

(15) Mullainathan – Shafir, Escasez, p. 144.

(16) https://es.wikipedia.org/wiki/Es_la_econom%C3%ADa,_est%C3%BApido, fecha de captura 8/08/2023).

(17) Mullainathan – Shafir, Escasez, p.150.

(18) La curva ascendente corresponde a la gestión de . Es un ascenso entre el primer trimestre del 2022 y el primer trimestre del 2023 de 38,4% al 45,8% de la pobreza en el conurbano y del 34,3% al 38,7% en el total de los aglomerados del país. Otro dato que nos muestra la encuesta es que si miramos la imagen general, hay un nivel ya estable de altísima pobreza, que parece ser estructural. Y tenemos nuevamente un nivel muy alto de indigencia, entre aquellas personas que no tienen planes sociales, que alcanza el 13,2%. Esto significa que, cada 100 personas, hay más de 13 que tienen dificultades para comer. Es un drama cada vez más importante que le está cambiando, en cámara lenta, el rostro a la Argentina. Se trata de niveles bastante estables y altos. Es algo muy difícil de cambiar y algo que adquiere ya características crónicas de un problema muy grave ya que hablamos de gente que no tiene para comer y supera el 10%. Obviamente este es el trasfondo de las elecciones.( https://www.lanacion.com.ar/politica/una-sociedad-enigmatica-rumbo-a-las-elecciones-nid08082023/, fecha de captura: 8/08/2023)

(*) Doctor en Ciencias Jurídicas, Pontificia Universidad Católica Argentina.

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