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El perro vivía en una estación de servicio de Mar del Tuyú y argumentando que éste lo quiso morder, lo ató con una soga a su vehículo y conduciendo a toda velocidad le provocó la muerte.
Como consecuencia de su accionar se lo condenó a 1 año y 6 meses de prisión de ejecución condicional por resultar autor -art. 45 del CP- penalmente responsable de los delitos de “Malos tratos y actos de crueldad a los animales, desobediencia a una orden judicial, amenazas, y resistencia a la autoridad, todos en concurso real”, debiendo asimismo cumplir con las siguientes reglas de conducta por el término de dos años en los términos del art. 27 bis del Cód. Penal: – Fijar residencia y someterse al cuidado del Patronato de Liberados; Abstenerse de concurrir a determinados lugares o relacionarse con determinadas personas, debiendo entenderse la misma en el siguiente alcance:
Prohibición de acercamiento y todo tipo de contacto y hostigamiento, debiendo mantenerse a más de 200 metros, de sus domicilios, y de cualquier lugar donde las mismas se encuentren, como así también de mantener contacto telefónico, medios telemáticos, o redes sociales; – Abstenerse de usar sustancias estupefacientes o de abusar de bebidas alcohólicas; y – Realizar un tratamiento psicológico si así lo considerare en evaluación diagnóstica un Perito Psicólogo de la Asesoría Pericial Dptal.
R., A. G. s/ infracción arts. 1 y 3 incisos 2 y 7 de la Ley N° 14.346 Malos tratos y actos de crueldad a los animales – Juzgado en lo Correccional No 2 de Dolores – 19/05/2022
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